Okupa
Me siento como un okupa que habita una vieja casa semiderruida en la que el dueño nunca viene, ni él, ni sus amigos, ni su familia, ni sus vecinos, ni nadie, o tal vez viene todos y cuando ven que ando por aquí observan, suspiran o maldicen y prefieren irse sin dejar huella.
Sólo hoy se me ocurrió pensar que el dueño de casa hizo este sitio con algun motivo, tal vez ese fin ya se cumplió y yo ando aqui dando jugo, cuando el dueño de casa preferiría que esto estuviera vacío, sin okupas com yo, que sólo permaneciera el recuerdo de lo que aquí se vivió, de lo que se amó o de lo que se leyó.
Yo no puedo olvidar a Pakito, que un día lejano me acogió en su casa una noche de invierno para ir a ver a Los Cuenteros en un barcito de Madrid. Estoy seguro que él ni siquiera recuerda eso. También recuerdo que compré el libro de Cerro, el de los renacuajos, eso ya fue mucho después, cuando yo era gente de bien, ya no era un tirao, pero cuando era un tirao esta casa me acogió y encontré un sitio en el mundo, igual por eso nunca me voy, o simplemente porque soy idiota o no me doy cuenta que estorbo.
Tambien recuerdo a la yorugua, que me recomedó a La Vela Puerca, imposible no recordar esta casa cuando los fui a ver en vivo. O a Comella Firmet de Ediciones Guallavito que a mi sólo su nombre me seducía, aunque nunca cruzamos ninguna palabra.
¿Dónde se fueron todos? ¿por qué nunca nadie vuelve?¿se los comió la fiebre del olvido?¿Nunca fueron felices aquí? o ¿igual se perdieron y ya no saben entrar? o perdieron la llave de la puerta y vienen a ver la casa pero se quedan a las puertas sin saber que yo estoy dentro.
O igual no soy un okupa y al final de cuentas soy como Asterión y esta casa es mi laberinto.
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